

¡NUEVO INICIO! EJERCICIOS ESPIRITUALES: en tu casa
15 agosto, 2020 Horario 04:00 - 17:00 UTC-4
¿Quieres vivir los Ejercicios Espirituales de san Ignacio desde tu casa?
“Por Ejercicios Espirituales se entiende todo modo de… orar, de buscar a Dios y su voluntad, para hallarla y ordenar la vida”. [EE.EE.1]
INSCRÍBETE A LA MODALIDAD DE 4 DÍAS DE EJERCICIOS CLIC AQUÍ
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Los Ejercicios Espirituales se viven en la oración diaria que el ejercitante debe hacer, para ello debe buscar un lugar y un horario para realizarla, así ir transformándose en parte de la rutina del día. Es importante ser muy fiel en el cumplimiento de la oración diaria. De ella depende, en gran parte, el fruto de los Ejercicios. Se requiere una hora durante 4 días de la semana.
Exigencia para el Ejercitante: Oración diaria.
QUÉ TE OFRECEMOS
Hoy día, te ofrecemos vivir los Ejercicios con la metodología online. Así, deberás hacer una hora de oración diaria y, una vez por semana, conversar con tu acompañante (el cual te indicaremos).
Puedes optar a las siguientes modalidades de Ejercicios Espirituales:
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8 días (4 momentos de oración por día).( Acompañamiento diario)
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4 días (4 momentos de oración por día).( Acompañamiento diario)
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12 sesiones: (1 hr de oración cada día, 4 días de la semana).( Acompañamiento semanal ) Mínimo 3 meses.
A quiénes están orientados: A todas las personas que deseen vivir la experiencia de Ejercicios Espirituales en esta modalidad.
Metodología: Cada Ejercitante debe tener Biblia, un cuaderno para ir escribiendo la propia experiencia (cuaderno espiritual). Entrar diariamente a la plataforma de Ejercicios online (colocar el link) y descargar la pauta de oración para el día.
Adhesión: Deseamos que el factor económico no sea un impedimento para participar. Si es posible, te pedimos un aporte mínimo por la inscripción de $ 5.000. y quienes vivan los Ejercicios de más de mes puedan aportar $ 5.000 cada mes.
SOBRE EL ACOMPAÑAMIENTO EN LOS EJERCICIOS :
San Ignacio nos propone los EE como una experiencia ,no para vivirla sola (o), sino para hacerlo acompañado.
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El acompañante te ayudará a vivir tu experiencia personal con Dios.
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Es bueno preparar de antemano lo que compartirás con tu acompañante. Lo que llamamos el examen de la oración.
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No es una confesión. No es una consejería. No es tampoco terapia. Es un testigo del amor de Dios en ti y en la creación.